¡¡Ohaiyou!!

Si has llegado hasta aquí, ¡algo es algo! Te doy la bienvenida a mi blog y que espero que te guste la estancia en el tren que lleva al surrealismo y a la curiosidad extrema ^^
Abróchense los cinturones y, ya que han decidido subir, ¡no esperen el fin del trayecto para consultar, reir y comentar!

sábado, 28 de septiembre de 2013

Atacada y derribada


No tenían suficiente...

Nada parecía suficiente en aquél momento. Ni mis palabras, ni mi enfado... nada fue suficiente para parar aquella situación. Sólo la despedida y mis posteriores lágrimas me demostraron la frustración, tristeza y la ira contenida por pasar por una situación incontrolable.

Aún siento el nudo en la garganta, aún ha caído alguna lágrima y sigo respirando lentamente y mirando la tele para distraerme y olvidar.

La situación no fue agradable. No sé por qué antes de salir de casa intuí que había algo que iba a fallar aquella noche... Intenté cambiar ese sentimiento pensando en cosas alegres, manteniendo la energía positiva... Sin embargo mi intuición no se confirmó hasta que pasó.

Cuando varias personas deciden atacar y atacar a una persona, hasta que esa persona no marca un buen límite ni estalla parece que las demás no se dan cuenta. Y así ocurrió.

En el fondo me auto-culpo por no saber defenderme ni haber querido ser cruel, pero ellos también tienen culpa por pasarse. Siempre he sido una persona que ha evitado los conflictos, ha evitado las situaciones en las que varios colegas de cachondeo se meten con una persona porque nunca lo he encontrado agradable.

Pero no siempre se puede eludir una situación así... Tarde o temprano me iba a tener que enfrentar con la situación de cara.

Mis buenos amigos saben que soy una persona muy sensible y nunca se han metido conmigo sobremanera porque, precisamente, saben cómo soy y saben cómo puedo llegar a reaccionar. Pero en el mundo no todos los amigos son buenos, ni son tan amigos como una cree...

Tengo tendencia a enfadarme rápido, sí... y es algo que tengo que cambiar. Es una de las cosas que trabajo yendo a Zazen. Pero eso no quita que haya gente cruel que se disfraza con la careta de "amistad" que a veces la aprovechen para explotar las risas a costa de los demás y, entonces, el enfado acabe aflorando.

Y así fue. Erre que erre ellos seguían y seguían y yo al final estallé, los insulté y dije: basta.

Salí a fumarme un cigarro para que me diera el aire y llenarme de vacuidad. Cuando conseguí coger un poco de vacuidad decidí ir al baño, mirarme al espejo y decirme a mí misma: Va, ya está, ahora vuelve ahí tranquilamente como si nada hubiera pasado, cálmate y no exageres con ésto.

Pero me tendría que haber ido. No tendría ni que haber vuelto a entrar.

Entonces la noche acabó.

Para mi sorpresa decidieron no seguir en el bar, marcharse y seguir con la retalía o con los restos de aquello que había empezado. Y mi vacuidad se fue a la mierda, junto con todo mi autocontrol.

La supuesta despedida no iba tan mal... hasta que un último comentario fue la gota colmó el vaso. Frustración, ira contenida, tristeza... un sinfín de emociones me demostraron que, definitivamente, había perdido el control. 

Un último mensaje les envié diciendo que era la última vez que hacían tal cosa, que no les iba a consentir más que me hablaran de esa forma ni se metieran conmigo hasta conseguir hacerme llorar.

Sin respuestas... (Un icono de verguenza + cara de sorpresa no es una jodida respuesta)

Ésto me recuerda a la época de instituto. En clase había los típicos grupos de colegas que yo llamaba chungos porque entre ellos había "amistad" camuflada de insultos, motes como zorra, cabr*n, imb*cil entre otros muchos y siempre se metían unos con otros.

Recuerdo que siempre los evitaba. Siempre intentaba mantenerme al margen y no destacar para que me dejaran en paz. Y siempre me dejaban en paz. Nunca tuve ningún enfrentamiento. De hecho, los únicos enfrentamientos que he tenido los recuerdo demasiado bien, aunque no pasaron más allá de las palabras. Pero a veces la mejor arma para dañar a alguien son las palabras... Por lo menos para mi, que nunca me he tenido que pegar con nadie (gracias a Dios).

¿Temerosa? Quién sabe... se podría decir que en el fondo me daban miedo. Ese tipo de gente siempre me ha producido repulsión y me he alejado todo lo que he podido.

Sin embargo, cuando te encuentras en una situación en la que los que se meten contigo son compañeros (en el momento en el que personas se comportan así y ven tu reacción, si realmente son amigos, lo primero que hacen es disculparse y en segundo lugar preocuparse, quedar contigo o ir a verte para aclarar las cosas) y los tienes que ver 5 días a la semana, las cosas cambian...

Éste tipo de cosas dicen que pasan hasta en las mejores familias... pero en la mía no ha pasado nunca.

Y, después de pasar un día de alti-bajos, haber conseguido despejarme y llenarme de vacuidad, de repente, hace un rato... Mensaje de uno de ellos: ¿Cómo estás?

¿¿Cómo estás?? Después de todo lo de ayer, de ser el último que hizo el comentario que fue la gota que colmó el vaso y encima te reíste en mi cara... ¿¿Te atreves a preguntarme cómo estás??

Nada más leerlo no sé por qué pero me he vuelto a sentir muy mal. Se me nubló la vista y mientras caía una lágrima me han dado ganas de mandarlo a la mierda, decirle: ¿Aún te atreves a preguntarme?.

Pero no tengo ni fuerzas para ello... Ahora sólo siento que no tengo energías, estoy abatida, triste, no quiero hablar, quiero olvidarlos y no quiero verlos más... 


miércoles, 25 de septiembre de 2013

La rueda gira... y vuelvo al punto de partida


En efecto...
Ayer, como quien no quiere la cosa, me dio por revisar las visitas del blog y hacer un poco de feedback de mi última temporada.

¿Y sabes qué? Me di cuenta de que justo hace 4 días (21 de septiembre) publiqué un post (Ver en: He vuelto a caer...) en el que describía que me había pasado lo mismo que en un post que publiqué hace un año (24 de Septiembre de 2012. Ver en: Reflexiones de Santa y Bruja).

Lo curioso de todo es la vía de escape que encuentro en ambos casos: el Zazen. Y éste mes que volví a apuntarme después de unos meses sin poder ir, me he vuelto a dar cuenta...

¿Conclusión? La rueda giiira y giiira y giiira... Y he vuelto al punto de partida.

Volver otra veeeez... a empezaaaaar... Hay que joderse...

Han pasado muchas cosas, he pasado por muchos cambios, he aprendido, he llorado, he reído, he intentado madurar, he intentado tener otra perspectiva, me he ilusionado y al final... ¿Qué consigo? Justo un año más tarde, darme cuenta de que... Venga!! A volver a empezar!!

Algunos dirán.... bueno, y yo qué sé qué podrían decir! No puedo sacar ahora mismo todas las perspectivas posibles porque sólo he tenido la opinión de Dan. Así que si alguien tiene una opinión diferente, que la diga y punto, que estoy muy cansada para pensarlo.
Otros, osease Dan, dirán: Bueno, almenos tienes un punto de partida, no? Algo es algo!

Sí, vale, me parece estupendo... pero mi auto-exigencia esperaba mucho más de mi. Mucho más que no he conseguido. Será que en ocasiones soy demasiado exigente? No lo sé... En fin.

Por lo menos puedo decir que en algo sí he evolucionado:

- Ni el sentimiento de frustación y tristeza ha sido tan brutal como el del año pasado
- La situación no fue tan chocante como la del año pasado
- La forma de afrontar la situación éste año es (un poquito al menos, no?) más light.
- Ésta vez he tenido una (ligera) perspectiva diferente.

Estoy convencida de ello, sí. Si no lo estuviera, significaría que habría tirado un año de supuesto trabajo por la borda.

Así que... Pues nada! A arremangarse, a seguir caminando por el camino pedregoso de la vida y a seguir con la toalla a cuestas!


martes, 24 de septiembre de 2013

Por qué...?

Dejar las cosas a medias... No.

Para cualquier enfado o situación complicada siempre intento dejarla finiquitada cuanto antes posible para volver a la estabilidad emocional... Pero las cosas no siempre son como una quiere.

El problema es cuando tienes una mente hiperactiva que no para de pensar y pensar. Sobretodo el problema llega cuando tienes una visión del mundo negativa e intentas trabajar duro para que cambie.

Pues cámbiala! Dirán much@s, pero no es fácil, vale?

No se pueden cambiar los hábitos negativos de la mente de un día para otro. Se necesita trabajar muy duro... y hoy estoy en plena lucha.

Y todo por su estupidez, por mi estupidez, por LA ESTUPIDEZ.

¿Por qué no puede dejar de justificarse como si fuera su novia, su amante, o lo que quiera que sea? Sólo, y repito, sólo soy su amiga!!
¿Por qué tuvo que pensar en LA FRESCA en vez de pensar: Qué personas a las que les importo se han preocupado por mi cuando lo pasé mal?
¿Por qué no podía dejarme tranquila y hablar las cosas cuando fuera el momento de hacerlo, mientras había calma?
¿Por qué tenía que pincharme y pincharme hasta hacerme explotar?
¿Por qué está empeñado en pensar que lo importante fue el cotilleo y no en lo que hizo?
¿Por qué no focaliza?
¿Por qué, si sabe que lo ha hecho mal, encima se comporta como un cachorrito que te la lía parda y te mira como si no hubiera roto un plato?
¿Por qué sólo se comporta así conmigo?

Por qué, por qué, por qué... En fin... y aun así, no sé si llegarán las respuestas...
Para ésto y todo lo demás, Zazen.



Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada.

Buda

domingo, 22 de septiembre de 2013

Cambios y más cambios... Empezando por el blog!

He tenido suficiente. Siento que he llegado a mi tope de tropezar. Necesito un cambio.

La antigua SantaYBruja ahora estaría escribiendo acerca de todos los cambios que ha habido en su curro, de los planes de boda futuros, de su salud, sus amistades... E ahí el primer cambio: Cambio de imagen, cambio de cabecera del blog, de aspecto... y del enfoque que le doy a mi vida a través del blog.

Había incluso pensado en cambiar el nombre del blog. Pero haga lo que haga SantaYBruja nunca dejará de ser SantaYBruja, nunca perderá su esencia y nunca debería olvidar cómo fue, cómo es y cómo será.

Siento que ha llegado el momento de dejar de dar palos de ciego. De un cambio de actitud, de forma de ver ciertas cosas, de forma de tomarse ciertas cosas... Hoy es de esos días en los que quiero un nuevo resurgir. No quiero que quede en agua de borrajas.  Ha llegado el momento de un cambio de perspectiva.

Hoy me siento un poco abatida, cansada, desganada... Hoy es de esas noches que me gustaría que lloviera.
Pero mañana, con un poco de suerte, volverá a salir el sol :-)

sábado, 21 de septiembre de 2013

He vuelto a caer...

No me lo explico.

Conozco a una persona. Al principio la relación es coordial y buena, sin nada más allá de una relación entre conocid@s o compañer@s, manteniendo una cierta desconfianza y distancia, pero después todo cambia.

Cuando las cosas han cambiado hacia mejor, es cuando empiezas a simpatizar, a hablar y contar cosas más personales, a tener más en cuenta a la persona que conoces... Te abres... Esa persona te llama amiga, te dice que te tiene aprecio y un montón de cosas más junto con actitudes y acciones hacia ti que hacen que algo cambie en ti.

Sin darte cuenta de cuándo ni cómo, hasta que no ocurre algo diferente, algo que te decepciona, te hace sentir impotente o estúpida, no te das cuenta de que realmente volviste a tropezar. Y sí, lo he vuelto a hacer...

He vuelto a bajar la guardia, he vuelto a tropezar... La realidad me ha vuelto a golpear en la cara con las palabras: Has vuelto a esperar demasiado, has vuelto a confiar demasiado.

¿¿¿Cómo he podido permitir que ésto me vuelva a ocurrir???¿¿Por qué?? Joder! Qué rabia!

He vuelto a tropezar otra vez con la misma piedra, y es que parece que no aprendo! Des de hacía un tiempo estaba empezando a ir con cautela, iba con la desconfianza por delante...

¿Por qué he dejado que eso cambiara?

Siento que tomo demasiado en cuenta las palabras de las personas o los pequeños gestos que tienen hacia mi... palabras y gestos que no había visto nunca hacen que mi perspectiva y mi forma de ver a la otra persona cambie.

Impotencia, frustración, incredulidad... Noob de las experiencias sociales!! Quiero cambiar eso... bueno, eso de quiero... DEBO. Por salud, por evitar de nuevo ese sentimiento que me repite una y otra vez: ¿Por qué te dejaste llevar hasta éste momento?¿Por qué volviste a tropezar?

En fin... la cuestión es que, otra vez, debo volver a empezar, debo volver a analizar, volver a mentalizarme y dejar de guiarme por simples palabras y gestos.

Sentimientos que llegan, empiezas a ser consciente de lo que te producen en ti y que dejas marchar...Tarde o temprano, lo conseguiré... y después de ésto... será pronto!

PD: Me he cansado de contar los culebrones de mi vida... Me pasan tantísimas cosas que si tuviera que hacer una lista no acabaría nunca... ¿Por qué no centrarme en cómo me siento... por qué no puedo centrarme... en mi, quizás? ¿Por qué no un cambio? ¿Puede que ésto marque el inicio de una nueva era de SantayBruja? Qui sap, qui sap, podria ser que...?